Pensado y escrito por Tomás J. Caroca Aracena
Profundizando en cada uno de estos conceptos es difícil no encontrarse dentro de un dilema bastante curioso y a la vez decisivo para darse cuenta de una de las más grandes necesidades por las que pasó, pasa y pasará el movimiento estudiantil.
A la hora de hablar de movimiento estudiantil el significado de masividad queda bastante claro, gran cantidad de estudiantes movilizados por un fin único, y organización es un grupo de personas que trabajan en conjunto de forma sistemática con el fin de alcanzar un objetivo, y que aterrizándolo a nuestra realidad se podría ejemplificar con la Federación de Estudiantes, compuesta por todo el universo estudiantil, contando con órganos representativos como centros de estudiantes y la mesa ejecutiva, todo trabajando y funcionando en pos de lo que podría llamarse un objetivo, velar para que se cumpla día a día la declaración de principios de la federación.
Al tener claro los significados y trascendencia de cada una de estas palabras nos podemos encontrar con lo que esta vez llamaré el común denominador, los estudiantes.
¿Quiénes hacen la masividad? Los estudiantes.
¿Quiénes sostienen la organización? Los estudiantes.
¿Quiénes hacen la masividad? Los estudiantes.
¿Quiénes sostienen la organización? Los estudiantes.
Teniendo las cosas claras me atrevo a postular que entre masividad y organización existe una relación recíproca, es decir, la organización no es organización si no cuenta con la masividad que la sustenta y la masividad es la nada misma si no cuenta con una organización. Dicho de otra forma podría decir que si la federación no contara con la participación de todos los estudiantes (masividad) sería una secta y a la vez, el universo estudiantil sería un ente transformador inconsciente de su rol si es que no contara con una organización.
Uno de los grandes desafíos para este 2012 es recuperar la masividad y fortalecer la organización, y es ahí en donde nace la clave para el logro de estos desafíos, la masa crítica.
Si queremos la masividad que alguna vez tuvo el movimiento estudiantil el 2011 es necesario volver a tener esa masa crítica y si queremos fortalecer nuestra organización es primordial contar con personas con la conciencia crítica desarrollada a tal nivel de que esa conciencia individual se transforme en una conciencia colectiva los suficientemente crítica para ser capaz de entregar las herramientas necesarias para el fortalecimiento de nuestra organización estudiantil.
Si queremos la masividad que alguna vez tuvo el movimiento estudiantil el 2011 es necesario volver a tener esa masa crítica y si queremos fortalecer nuestra organización es primordial contar con personas con la conciencia crítica desarrollada a tal nivel de que esa conciencia individual se transforme en una conciencia colectiva los suficientemente crítica para ser capaz de entregar las herramientas necesarias para el fortalecimiento de nuestra organización estudiantil.
Es de suma importancia trabajar para crear esta masa crítica que se necesita, desde aquí hacia el futuro serán un requerimiento esencial las personas capaces de reconocer las raíces de los más profundos problemas sociales, las falencias mas infecciosas del sistema neoliberal imperante, las claves en donde se encuentran los lineamientos mas fuertes para luchar por una sociedad más justa, equitativa, tolerante y feliz.
Considerando los objetivos a corto y largo plazo (mencionados en los últimos dos párrafos) es recomendable que esta masa crítica se genere y eduque dentro de lo estudiantil, que conozca la historia de este grande y venidero movimiento, que identifique las problemáticas más grandes y que sepa identificar cuáles son sus soluciones, que desarrolle sus capacidades a un nivel suficiente como para poder integrarse e involucrarse de manera positiva en el movimiento estudiantil de manera de que pueda hacer las más grandes intervenciones para el buen camino de éste.
Cabe considerar que también es necesario que esta masa crítica sea preparada de tal forma de que en un comienzo sea la masa crítica estudiantil, pero que luego, y con el pasar del tiempo, se transforme en la masa crítica de la sociedad.