El 11 de Marzo se cumplieron dos años del gobierno de Sebastián Piñera y la derecha conmemoraba su ascenso al poder ejecutivo como si hubieran razones para hacerlo, evidenciando su absoluta lejanía con la sociedad. Porque hasta la fecha, al menos el 58% desaprueba la gestión del Presidente Piñera y ni siquiera mencionar el 61% de desaprobación del gobierno en su conjunto.
Esta rotunda desaprobación no es casual. Estamos ante un gobierno que ha intentado profundizar la imposición del modelo neoliberal frente a un pueblo que día a día se va organizando para recuperar los derechos que le han sido arrebatados para mantener la economía de libre mercado y concretamente, para mantener el bolsillo y las ganancias de los grandes saqueadores del país en desmedro de condiciones dignas de vida de millones de trabajadores, estudiantes y pobladores.
Un gobierno que no solo trata de profundizar el neoliberalismo que carcome a nuestra sociedad sino que reprime fuertemente a los movimientos políticos y sociales que día a día crecen, aglutinan actores, aumentan los niveles de organización social y en consecuencia, van haciendo sentido a la sociedad en general respecto a legítimas demandas de mayor justicia e igualdad en torno a los derechos sociales. La “nueva forma de gobernar” solo se ha preocupado de ignorar la voz del pueblo que despierta, se organiza y lucha por mejores condiciones de vida.
No ha de extrañar entonces que, hoy, este gobierno, a dos años de asumir, esté totalmente solo y aislado de la ciudadanía, a la cual no escucha y por lo tanto, con la cual ha sido incapaz de dialogar. No escuchó al mayor movimiento social que ha habido en Chile durante los últimos 20 años, movimiento que resquebrajó el mito neoliberal instalado en Chile cuestionando uno de sus pilares fundamentales: el lucro con un derecho social como lo es la educación. No ha escuchado las demandas de miles y miles de familias que tras el terremoto resultaron enormemente afectadas en su calidad de vida y más aun, ha intentado maquillar las cifras de la reconstrucción, intento infructuoso ciertamente, porque son miles y miles de chilenos los que hoy pueden dar fe que este proceso no ha llegado a gran parte de los afectados.
Ya entrando en el 2012, nos ha mostrado que su intransigencia sigue rumbo firme. Así como no escuchó al movimiento social por la educación, tampoco ha escuchado a un pueblo entero en Aysén.
Es claro que el gobierno ha optado por los intereses de los empresarios, avalado por estos y por Renovación Nacional y la ultra derecha de la política chilena, la UDI.
El absoluto aislamiento del gobierno y su sordera no tiene marcha atrás posible porque hoy la ciudadanía enarbola demandas que no tienen cabida dentro del actual modelo neoliberal frente a un gobierno que las únicas respuestas que se permitiría dar, para mantener intactos sus intereses, solo son respuestas dentro del marco neoliberal. Pero el pueblo está consciente de ello y es su deber cimentar las bases para avanzar hacia la construcción de una alternativa política que le permita recuperar los derechos sociales y la vida digna que todo ser humano merece.
Juventudes Comunistas de Chile
Santiago, 15 de Marzo de 2012